Última entrega de ésta maratoniana sesión, en la que ambos, "ENIGMA" y un servidor, sacamos literalmente, lo mejor de nosotros mismos. Pasar del sofá al piso, representó una jugada maestra, en la que poder controlar mejor las embestidas de mi joven "partenaire", quien no cejaba en su intento de hacerme terminar entre risas y jugueteos varios.
Durante los primeros momentos, tuve sujetarla de las manos y colocarlas en mis caderas, para que no pudiese sujetar mi falo y sacudirlo con la violencia que deseaba, al tiempo que su boca succionaba y lamía sin apenas respirar.
Pero no pude hacerlo durante mucho rato, ya que las sensaciones y temblores que me recorrían desde los pies a la cabeza, provocados por la intensa felación que me estaba realizando, terminaron por minar mi resistencia y la dejé hacer a su gusto y ritmo, concentrándome en no correrme demasiado rápido.
Aunque por momentos, cuando más profundamente se metía mi verga dentro de su boca y hasta su garganta, volvía a sujetarla para mantener cierto control de mis sensaciones.
Incluso, debía sujetarla por los hombros y retroceder, sacando mi congestionado miembro de su boca, ya que éste amenazaba con explotar de un momento a otro y pringarle el rostro y el pelo con el semen que se agolpaba como un río en mis pelotas.
Ahora, alternaba lamidas al enrojecido glande con mamadas profundas, lanzándose desbocada hacia adelante, cuando presionado por la urgencia de correrme retrocedía, intentando aguantar el intenso ataque felatorio a que me estaba sometiendo aquella veinteañera.
Finalmente, después de 15 o 20 minutos de fiera y huracanada felación, "ENIGMA" consiguió que mis piernas se doblasen y el torrente acumulado en ése tiempo, estalló dentro de su boca y escurrió por la comisura de sus labios, hasta caer en el suelo donde formó un pequeño charco con forma de corazón.
Solo resta decir, que como buena y aventajada alumna, respetuosa de mis muchos años, me dejó descansar un buen rato, para después seguir satisfaciendo sus apetitos desatados. Pero eso, ya será en otras entregas.
MODELOS: "ENIGMA" y Luis.
FOTOGRAFÍA: Luis Kunder